Los rumores surgieron después de que algunos sitios web mostraran imágenes de Reigns presuntamente recibiendo un elemento de manos del árbitro cuando se encontraba tendido en ringside, momentos antes de que Brock Lesnar chocara contra un poste y empezara a sangrar.
Sin embargo, este tipo de prácticas están prohibidas por WWE y la empresa se apresuró a desmentir que hubiera permitido acciones como estas por parte de sus luchadores:
La programación de WWE es TV-PG y no permitimos el sangrado intencional. La comunicación o contacto entre nuestros competidores y los árbitros es parte de nuestro protocolo de seguridad. Dicho esto, el sagrado involuntario a veces ocurre y hacemos nuestro mejor esfuerzo para minimizarlo.
Recordemos que durante los últimos años WWE ha procurado fortalecer sus políticas para proteger la seguridad de los luchadores, con heridas como la mencionada recibiendo atención médica inmediata mientras se desarrolla la lucha para evitar grandes pérdidas de sangre, o los silletazos a las cabezas siendo prohibidos para reducir el riesgo de contusiones cerebrales.