Para poner punto final a un artículo que –pese a evocar varios momentos clave de su carrera– no menciona su paso por TNA, Apter escribió un curioso dato (subrayado):
A más de 25 años después de convertirse en un chico bueno, Sting sigue siendo una presencia en el ring, así como en numerosos eventos de caridad. Es una leyenda con el impulso constante de estar siempre mejor que el día anterior. Sus mejores días todavía pueden estar por venir.
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