Hay dos razones en específico que Spike ha puesto sobre la mesa: (1) que el producto no está a la altura de lo que se paga para mantenerlo y (2) el hecho de que se les haya mentido sobre el status de Vince Russo, quien de hecho está otra vez fuera de TNA.
Spike quiere hacer de la situación lo más susceptible posible; no hablará sobre el asunto públicamente ni declarará en contra de TNA, ya que si llegase alguna oferta televisiva para la empresa, Spike rápidamente volvería a las negociaciones.
No se sabe a ciencia cierta lo que se está hablando internamente pero todo tipo de especulaciones salieron a la luz durante las últimas horas. Os dejamos con algunas de ellas:
Hay quienes dicen que la movida de no renovación es una estrategia económica de Spike. Y no es una idea remota teniendo en cuenta que la mayoría de las cadenas ya tiene sus horarios estelares organizados para el otoño.
Además, pocos son los que creen que United Talent Agency (representante de TNA en las negociaciones) tiene un plan del cual respaldarse.
Como si fuera poco, los canales no suelen estar interesados en el mundo del wrestling debido a la imposibilidad de obtener ingresos por publicidad premium.
Existen rumores de que Spike está dispuesta a mantener el show a cambio de la reducción de los derechos que abonan. Por último, también opinan que Spike podría estar interesada en comprar TNA, como la misma cadena hizo con Bellator en 2012.
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