Roman Reigns pasó realmente por el quirófano para solucionar un problema en su nariz, así lo afirma Wrestling Observer. El luchador no acabó en el hospital por el ataque de Triple H, obviamente, pero se aprovechó el escenario para corregirle un problema nasal.

Fechas atrás, no se sabe exactamente en qué momento, a Roman Reigns se le desvió el tabique nasal, así que WWE aprovechó para diseñar una escena en la que pudiese corregir dicho problema sin que de cara al público pasase a engrosar la extensa lista de lesionados de la empresa.

Se desconoce el tiempo de baja, pero es muy probable que pueda estar ya en el próximo Raw si la inflamación de la cara se reduce y WWE considera necesario utilizarle.

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